Viajar en ferrocarril es un placer que hoy  se puede disfrutar en muy pocas ocasiones, el tren se ha convertido en un mero transporte hacia un destino, y llegar es el único fin. Nosotros creemos que el viaje empieza antes.

La Asociación de Amigos del Ferrocarril de Madrid (AAFM)  se enorgullece de poder ofrecer ese placer a bordo de cualquiera de los trenes que custodia desde hace más de 15 años, ofreciendo los mismos estándares de seguridad de los trenes más modernos, pero con el sabor del tren histórico, de otra época, en la que el viaje era tan importante como el destino.

En Madrid, la AAFM, preserva algunas piezas únicas, y otras que son las únicas de su tipo en funcionamiento, pero todas son Historia rodante que todos nuestros viajeros pueden admirar, disfrutar, o investigar, durante los viajes y actividades que organizamos. La colección que custodiamos se compone de piezas de diversas épocas aunque en general se centran en los años 80, cuando los ferrocarriles españoles fueron remodelados completamente incorporando a los servicios nuevos tipos de trenes, con unas comodidades y tecnologías novedosas en la época. Desde esa remodelación han pasado 30 años, y muchos de esos coches, vagones, locomotoras y automotores están dando paso a nuevos trenes con la última tecnología, por ello la AAFM ha decidido mantener parte de la Historia que nos está dejando, para que toda la sociedad pueda disfrutarla hoy, y mañana.

La forma de mostrar el patrimonio que custodia la AAFM es sacándolos a las vías, mostrándolos en exposiciones, concentraciones de material ferroviario, o en museos, pero sobre todo con viajes. La Asociación organiza viajes a diversos destinos de España, de uno o varios días, intentando combinar un destino atractivo con el placer del viaje en material ferroviario histórico, en el que poder recuperar las costumbres de los viajes en tren, la conversación entre viajeros, contemplar el paisaje, disfrutar de un aperitivo en el bar de a bordo, o sencillamente disfrutar y conocer estas piezas históricas en funcionamiento.

Estos placeres son aptos tanto para los aficionados al ferrocarril como para los que no lo son, y mientras unos prefieren ver y fotografiar las maniobras del tren en la estación, otros prefieren ir a visitar la ciudad destino, o quién sabe si se despierta una afición que estaba dormida.

La AAFM ofrece un viaje distinto, cuyo disfrute empieza cuando el factor de circulación nos da la salida en la estación, hasta que bajamos del tren al finalizar el viaje.

Historia, ingeniería, cultura, gastronomía, y naturaleza se combinan en los viajes en tren histórico, y esperamos que sean alicientes suficientes para que en el próximo viaje podamos darle la bienvenida a bordo de un tren histórico preservado por la AAFM.

Únase a nosotros en este apasionante viaje…